Igual que la escultura vive en los bloques de piedra andes de ser tallada, la poesía late en el cuerpo en prosa del pensamiento filosófico.

Del mismo modo que las partituras sustentan las acrobacias de la improvisación, entre los cimientos de los discursos sólidos salta, funambulista, la liquidez de los versos. Así, este libro se escribió al desconstruír la voz y el trazo de sus autoras. Sobre la trama resultante la literatura compuso collages urdidos con la figura y las palabras de pensadores que tejieron imaginarios redentores a través del tiempo. Las raíces de sus ideas crecen ahora en nosotras, como árboles en el desierto. Como árbol en el desierto brota, rizomática, nuestro arte, oasis de libertad.

 

Árbores no deserto  en los medios:

 

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